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Cultura del Karate

Karate es BUDO

Karate es BUDO (arte marcial), y como todas las artes su principal objetivo es ayudar al ser humano a desarrollar sus potenciales, tanto físicos y mentales, como espirituales. Hoy en día algunas artes marciales, se han alejado de este concepto, tomando como objetivo exclusivamente la competencia deportiva, o simplemente de manera recreativa. La competencia deportiva no es nociva para el Karate, pero no es el principal objetivo, sino una forma de poner a prueba las condiciones adquiridas durante la práctica.

La palabra KARATE DO se suele traducir como «camino de la mano vacía», literalmente correcto, ya que es ampliamente conocido que el Karate es una forma de combate sin armas, pero esta traducción tiene un trasfondo más filosófico, la mano vacía es un gran símbolo de no agresión. Por tanto, podemos concluir que el «camino de la mano vacía» es igual al «camino de no agresión».

Kyokushin se traduce como «camino hacia la verdad» o «la última verdad», significando «el camino que cada uno recorre dentro de su mundo».

Kyokushin Karate es por encima de todo un ARTE MARCIAL, cuyo principal objetivo es el desarrollo del ser, se caracteriza por requerir de sus participantes un máximo de esfuerzo, para un máximo de desarrollo, una disciplina férrea y una fuerte voluntad, sobreponiéndose así al duro entrenamiento, llegando por medio de éste a conocer sus cualidades y debilidades, pudiendo así explotar al máximo su potencial y llevarlo siempre más allá.

Dentro del Kyokushin Karate un punto muy importante es el combate con contacto, buscando por medio de este crear suficientes desafíos a superar, para así poder apreciar la verdadera dimensión del espíritu del ser humano. Esta forma de combate, es además la mejor forma de preparar nuestro cuerpo para una confrontación real.

Infantil y Juvenil

La práctica general de las ARTES MARCIALES por parte de los niños aporta muchos beneficios a su formación, tanto física como mental y espiritual. Cabe destacar que el ARTE MARCIAL está concebido, como su nombre indica, en un arte (forma de expresión del ser, por medio del cual se busca un auto-conocimiento y desarrollo de la persona).

Practicar Karate, para los niños, tiene que ser una actividad lúdica recreativa, formativa, que les permite, entre otras cosas, dominar y conocer su cuerpo, concentrarse, elevar la autoestima y la seguridad en sí mismos. Además, practicar Karate corrige malos hábitos y posturas no sólo físicas sino también mentales y enseña a respirar correctamente.

En general, los menores que practican esta disciplina tienen un buen rendimiento escolar, ya que su capacidad de concentración y de seguir pautas aumentan, al igual que la habilidad para el trabajo en grupo. Son niños muy cariñosos y están conectados con su tiempo, es decir, se toman el tiempo necesario para observar, escuchar y expresar.

A nivel físico, se desarrolla una gran flexibilidad, una buena habilidad motriz, tonicidad muscular, expresión corporal creativa, etc.

Para conseguir motivar a los niños, los juegos son parte fundamental dentro de la dinámica de la clase. Hay que tener muy en cuenta este aspecto, ya que las cargas físicas y psicológicas no son iguales para un adulto que para un niño.

Contrariamente a lo que comúnmente se cree, la práctica del Karate Kyokushin, no es una competencia con los demás, es realmente una constante competencia con uno mismo y una lucha para superar las propias limitaciones, porque los objetivos son personales. El esfuerzo de lograr ciertas metas, desde aprender una técnica hasta lograr un grado o cinturón, permite al niño tomar conciencia de sus capacidades y limitaciones, pudiendo aprender de estas debilidades y con el tiempo convertirlas en fortalezas . Al mismo tiempo, la dinámica de la clase se desarrolla en grupo, el estímulo del grupo es importante y permite aprender a trabajar ya cooperar con los demás.

Para una mejor comprensión, el Karate infantil se divide en tres etapas básicas:

Pre-Karate

En esta etapa, de forma amena y divertida, los niños son introducidos suavemente en el mundo del Karate, respetando y dejándose respetar, canalizando su energía, entrando en una etapa que les permite explotar sus cualidades y sus potenciales.

Karate Juvenil

En esta etapa ya se trabaja de manera muy similar a la del Karate de adultos, prestando principal atención a apoyar ya guiar el joven practicante, principalmente en las etapas de combate y competición. La disciplina y fortalecimiento son partes fundamentales. Desarrollar un Budo (arte marcial) permite a los jóvenes tener un empleo real y saludable durante su tiempo libre.

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